Alerta por la depredación del dorado: ¿Estamos ante el fin de una especie emblemática?

La alarmante disminución de la población del dorado en los ríos de la región ha encendido las luces de alerta. Un abogado especialista en la materia advierte que, de mantener el ritmo actual de extracción, las futuras generaciones podrían no llegar a conocer a esta icónica especie.

  

La situación, que se viene agravando desde hace años, pone en jaque no solo el equilibrio del ecosistema, sino también el futuro de la pesca deportiva y comercial.

El abogado es doctor en Derecho y además se especializó en Derecho Civil

 

La preocupación por el futuro del dorado, uno de los peces más emblemáticos de nuestros ríos, ha alcanzado un punto crítico. Un profundo conocedor del tema y abogado especialista en Derecho Civil, Ricardo González Zund, lanzó una dura advertencia: “A este ritmo de extracción, nuestros nietos no van a ver un dorado con vida”.

Esta afirmación se sustenta en una disminución sostenida y evidente de la fauna íctica que se observa con preocupación desde el año 2020. Fue en ese entonces cuando, junto a diversas organizaciones y con el respaldo de juristas, se inició una acción judicial que buscaba la prohibición de la pesca comercial y que escaló hasta la Corte Suprema de Justicia.

Como respuesta, la justicia ordenó a la provincia la implementación de medidas urgentes, entre ellas, el aumento de recursos destinados a la protección de la fauna y la realización de estudios de impacto ambiental serios para determinar cuotas de extracción responsables y sostenibles. Sin embargo, según el especialista, estas medidas no se han cumplido de manera adecuada, dejando a la especie en un estado de vulnerabilidad extrema.

La evidencia en números

La drástica caída en la población de dorados se refleja de manera contundente en los resultados de los torneos de pesca, que sirven como un termómetro de la salud del río. Los datos comparativos son alarmantes:

  • En un torneo realizado en 1999, con 150 embarcaciones, se lograron capturar 154 dorados.
  • Recientemente, en un evento de magnitud similar con 300 embarcaciones, apenas se obtuvieron 33 ejemplares.

Esta estadística demuestra una realidad innegable que incluso los propios pescadores comerciales reconocen. Muchos de ellos admiten que, a pesar de trabajar jornadas completas durante toda la semana, ya no logran obtener lo suficiente para subsistir, evidenciando la escasez del recurso.

Un llamado a la acción

La conclusión del experto es clara: la depredación es evidente y la falta de control por parte de las autoridades competentes es insuficiente para revertir la situación. Se necesita una intervención decidida y eficaz para garantizar la supervivencia del dorado, protegiendo el patrimonio natural para las presentes y futuras generaciones antes de que sea demasiado tarde.

 

Desarrollo basado en la fuente: diarionorte.com