El comisario Eduardo Escobar advirtió sobre el crecimiento de las estafas virtuales en redes sociales y plataformas no reguladas. En 2024 ya se registraron casi 2000 denuncias por delitos informáticos.
"La pandemia fue el punto de inflexión", aseguró el comisario Eduardo Escobar, jefe de la División de Cibercrimen de la Policía del Chaco. La hiperconectividad que generó el aislamiento fue el terreno fértil para el crecimiento de las estafas virtuales, el phishing, el grooming y otros delitos digitales.
Según registros aproximados, en 2022 se contabilizaron unas 1000 denuncias. En 2023, la cifra trepó a 1500. Y en lo que va de 2024, ya suman 1900.
"En un primer momento muchos de estos delitos se organizaban desde las cárceles. Hoy ya hay bandas estructuradas, con una cabeza operativa y entre 20 y 50 cuentas mulas, que reciben el dinero estafado y luego lo redireccionan al organizador. Es lo más parecido a un call center del delito", remarcó Escobar.
LA METAMORFOSIS DEL DELITO DIGITAL
Las redes sociales se convirtieron en una de las principales herramientas para cometer fraudes. "En Marketplace, el 80% de los perfiles que ofrecen productos son falsos. Ponen a la venta un artículo atractivo, generalmente a un precio demasiado bajo, y una vez que reciben la transferencia desaparecen", alertó Escobar.
También ocurre con supuestos alquileres vacacionales: "Utilizan fotos reales que sacan de páginas oficiales, simulan ser los dueños y exigen transferencias para reservar. Una vez cobrado el dinero, se desconectan por completo".
La modalidad varía según la plataforma. En correos electrónicos, el método más común es el phishing: suplantan la identidad de bancos o billeteras virtuales para robar credenciales.
En Facebook e Instagram, la falta de control facilita el accionar. "Las redes sociales no son canales adecuados para comprar. Si bien hay operaciones legítimas, no hay garantías. Facebook, por ejemplo, no se hace responsable de los fraudes que ocurren en su plataforma", explicó.
EDUCACIÓN, DENUNCIAS Y COOPERACIÓN
"Las empresas serias como Mercado Libre o Mercado Pago sí ofrecen mecanismos de seguridad y reembolso. En cambio, en redes sociales no hay ninguna instancia de reclamo", remarcó el comisario.
Para evitar caer en estos engaños, Escobar recomienda desconfiar de los precios irrisorios, nunca transferir dinero sin ver el producto, y acordar palabras clave familiares para evitar estafas por Whatsapp que simulan emergencias.
En caso de haber sido víctima, el paso esencial es no borrar las conversaciones ni evidencias digitales, guardar números y capturas, y realizar la denuncia formal en cualquier comisaría o entidad bancaria.
"Las plataformas como Meta colaboran con las investigaciones, pero requieren un oficio judicial. Por eso es imprescindible que haya una denuncia penal", puntualizó.
Escobar destacó que Argentina adhirió al Convenio de Budapest, lo que permite el intercambio de datos con servidores en el exterior. Además, el Chaco cuenta con una ley pionera de identidad digital, que tipifica como contravenciones la suplantación de identidad, la difusión de contenido íntimo sin consentimiento y el hostigamiento digital.
"La concienciación es fundamental. Trabajamos con campañas preventivas en escuelas y redes, pero todavía hay mucho por hacer", concluyó.
